Dª Asunción Trillo:
 
De forma resumida, le hago saber que el veganismo no es, ni pretende ser,
una renuncia a la vida y a la salud de las personas (animales humanos) que
asumen este modo de vida (o de consumo) por las claras razones éticas.
De hecho, y como mera curiosidad, hay quien se hace vegan@ por la razón
única de la salud.
El veganismo es una renuncia a participar de la explotación animal porque
consideramos que todos los animales tenemos el mismo derecho a la vida, y
a vivirla libremente, buscando nuestra felicidad sin que nadie nos imponga
sus intereses.
Y ¿sabes por qué somos tant@s vegan@s y cada vez somos más? Pues por una
simple razón. Porque es posible, es viable, y hay una alternativa para
todos los dilemas que se te puedan ocurrir.
 
De este modo existe la posibilidad de ser plenamente feliz, estar
plenamente sano, y ser plenamente consecuente, que es eso que tú
caricaturizas como veganismo.
 
La experimentación animal no es la razón por la que hay experimentos. La
junta directiva, o algunos de sus miembros, pueden apoyar esta práctica
para garantizar su salud, pero de ello no se deduce que sea una obligación
ética de ningún tipo.
Más bien al contrario. Los medicamentos existen, como bien señalaban
anteriormente, a pesar de la experimentación animal.
Y por haber tales alternativas reales que son apoyadas por una gran parte
de la comunidad científica, por ser innecesaria la experimentación animal,
consideramos un deber ético renunciar a tales prácticas y retirar todo
apoyo a la industria cruel de la experimentación animal.
 
Por la razón evidente de dirigir una organización que se supone tiene como
fin la consecución de los derechos para todos los animales, consideramos
también que tal junta directiva debería conocer tal situación y debería
posicionarse éticamente al respecto.
Viendo que la posición más compartida parece ser de apoyo total a la
industria vivisectora, cualquier puntualización o matización de las
bondades del exdirectivo de la SVPAP y comercial de Astrazeneca carece
totalmente de credibilidad ética. No consideramos posible que un taurino
se declare anti-taurino como no consideramos posible que un guerrero de la
muerte se declare a favor de la vida.
Un comercial de una multinacional no es un mero comercial de una
multinacional. Por la falta de conocimiento empresarial que parece
deducirse de su respuesta, un comercial es una de las principales razones
por la cual una empresa crece y/o decrece. Una empresa tiene que vender, y
es el comercial, con su pericia y habilidad, quien logra tal objetivo.
Por tanto, durante el tiempo que ese trabajador ha militado en el
departamento comercial de Astrazeneca ha hecho posible que dicha empresa
mantenga y/o aumente sus ventas y poder y, por tanto, su capacidad para
participar de manera activa y directa en la experimentación animal, en el
sufrimiento y muerte de cientos de miles de animales.
 
Ha equivocado usted el orden de los factores. La aversión personal contra
este exdirectivo no ha motivado esta movilización usando como excusa su
evidente aportación a la experimentación animal. Más bien ha sido esta y
otras “curiosas” condiciones del tal exdirectivo lo que ha motivado, en
algunos casos, tal aversión hacia su persona.
 
 
De forma brevísima le comentaré las razones particulares que podemos tener
en esta acción contra el exdirectivo de la SVPAP.
Me ofrecí para desarrollar un software de gestión (por mi profesión de
programador, no de informático) que haría por amor al arte y me mostraron
ustedes ciertos documentos. Uno de ellos era la hoja de entradas y salidas
de gatos al refugio. Para quien no lo sepa, la SVPAP tiene dos núcleos
donde alojan animales. Uno es el CAA (Centro de Adopción de Animales) y el
otro es el Refugio de San Antonio. EL CAA es el centro que gestiona la
SVPAP por el convenio con el Ayuntamiento. El refugio es íntegramente de
la SVPAP.
Pues bien, los gatos muchas veces llegan a la SVPAP por avisos entrando al
CAA. Pasan un tiempo y luego, tras un período de tiempo o cumpliendo
ciertos criterios, son trasladados al Refugio.
Esa hoja de traslados es lo que refleja, entre otras cosas. Determina los
gatos que suben desde el CAA al refugio, los que entran directamente al
Refugio por diversas razones y los que salen, sea adoptados, muertos,
devueltos a colonias o de nuevo al CAA.
En tal hoja, aparte de otros datos que me llamaron la atención, se
reflejaba la existencia de alrededor de 370 gatos en el Refugio. Nos
extrañó porque no caben tantos gatos en el refugio. Fuimos a contarlos y
hay algo menos de 200.
La hoja estaba en el escritorio, y de hecho le pregunté a alguien sobre
ella (para ver como encajaba en el programa y como condicionaba los
trapasos a nivel de Base de Datos) y me explicaron los datos. Creo
recordar que fue el mismo exdirectivo, pero en esos momentos no me fijaba
en esos detalles y no presté la suficiente atención como para asegurarlo
con mayor certeza.
 
Desde aquí, sin ánimo de dar más datos, le comentaré sencillamente que
trazamos diversas hipótesis sobre la diferencia entre los gatos que decían
los papeles (es un dato real, no me lo invento, ni creo que tenga usted
interés en desmentirlo). Quizás sea por un error de contabilización que
arrastran desde hace un tiempo y lo mantienen para que cuadre, pero lo
cierto es que esto nos hizo fijarnos en ciertos detalles, en ir a buscar
los gatos que subían del CAA al refugio, en buscar a “Los Borbones” el fin
de semana siguiente a su subida al Refugio…
Como comprenderá usted, lo que comprobamos no satisfizo nuestra sana
curiosidad y continuamos con las hipótesis. Fue entonces, hablando con
alguien sobre posibilidades, cuando nos comentó que, de hecho, el
exdirectivo de la SVPAP era comercial de Astrazeneca. Nuestra sospresa fue
mayúscula, aunque no lo crea, porque para la gente que tiene una ética
similar a la mía eso es algo inaceptable.
 
Otro dia, en una cena de activistas por la lucha contra la experimentación
animal coincidimos con unos estudiantes de veterinaria del CEU
(Universidad privada). Nos hablaron del convenio con la SVPAP y de cómo
usaban este convenio en dicha Universidad. Parece ser, Dª Asunción, que la
SVPAP provee al CEU de perros y gatos para tratamientos costosos y estos,
a cambio, pueden enseñar a sus alumn@s. Pero parece olvidarse de que el
CEU es (en el departamento de estudios veterinarios) un reconocido centro
de investigación y experimentación animal y que sus profesores son
vivisectores de pura cepa.
Resulta, Dª Asunción, que tienen un animalario (donde tienen perros de
raza Beagle comprados para sus experimentos, entre otros animales) y una
granja para experimentar con animales de granja.
Resulta que de lo que nos comentaron se podía extraer sin lugar a dudas
que los perros y gatos que suben al CEU son tratados, claro, pero además
parece que habitualmente se les practica pruebas innecesarias por
completo, que escapan al ámbito del problema con el que entran, y que en
muchas ocasiones son bastante dolorosas y traumáticas.
Esos bondadosos vivisectores de profesión son a los que ustedes dejan
“sus” perros y gatos con la esperanza de ayudar a dichos animales.
 
Las razones que pueda usted aducir y que no encajen con los animales
no-humanos escapan completamente a nuestros intereses. Probablemente se
refiera a otro grupo que tiene algo que ver con una denuncia por supuestas
irregularidades de la actual junta directiva y del que no formamos parte.
Pero eso va contra muchas personas, no contra el mencionado exdirectivo en
particular.
Independientemente de que tal denuncia (de la que no formamos parte)
llegue a buen término, lo que sí es evidente es la contradicción del
exdirectivo y su necesaria dimisión.
Lo raro, Dª Asunción, no es preguntarse que tipo de motivaciones
personales pueden llevar a alguien a “usar esa curiosidad en beneficio
propio”. Lo raro, Dª Asunción, es intentar explicar cómo es posible que un
comercial de Astrazeneca haya podido estar tanto tiempo vinculado y/o
dirigiendo parte de la SVPAP.
 
Que nos venga alguien dando un discurso de ética, justificándolo con su
vegetarianismo cuando, entre otras cosas, la SVPAP es un organismo donde
han ido a parar muchos gallos de pelea y se han sacrificado, nos provoca
cierta estimulación de la risa. Pensar que si hay unos pocos gallos que se
han salvado es porque mi novia se ha movido (yo la he ayudado, pero el
mérito es prácticamente suyo) y ha conseguido adoptante (nosotros entre
otros), también nos estimula de un modo parecido.
Podría explayarme con este y otros temas, pero no es la razón de este email.
 
Que alguien sea vegetariano no dice nada acerca de su bondad ética. De
hecho, no conocemos ningún/a vegetarian@ y/o vegan@ por ética que no coma
carne de animales pero que apoye la experimentación animal. En tal caso
cualquier pretendido mérito de índole ético queda como mera curiosidad de
lo que una contradicción personal puede generar. Quizás eso sí sea algo
digno de enseñar en charlas en colegios. Las diversas facetas de la
naturaleza animal humana.
 
Esto lo menciono para que deje usted de esgrimir la gran sensibilidad y
ética del exdirectivo de la SVPAP.
Por todo esto no podemos tomar en serio las palabras en defensa de este
exdirectivo de la SVPAP. Nadie que apoye la experimentación y se lucre a
su costa (y haga que esta se lucre también) puede albergar sentimientos
éticos fiables en su interior.
 
Por último, Dª Asunción, por la simple cuestión de no dejar en evidencia a
un organismo del calibre económico de la SVPAP, infórmese mejor del debate
ético sobre el veganismo porque todas esas virguerías intelectuales con
las que pretende ridiculizar al veganismo son, por decirlo de algún modo,
el argumento típico del inepto-taurino que se acerca a la mesa para buscar
follón y terminan diciendo “¿y qué coméis, lechuga?”, mientras luego clama
al cielo gritando que “poneos a trabajar, ostia” y finaliza su discurso
con “hay que respetar”.
 
En conclusión. Averiguamos que el exdirectivo es comercial de Astrazeneca
(porque no es algo que vaya pregonando) de forma casual debido a la
pequeña “investigación” que iniciamos al ver las circunstancias que
rodeaban al movimiento de gatos entre el CAA y el refugio.
Y, al comprender que tipo de persona-animal-huamano estaba al frente de la
SVPAP y que conflictos éticos podían darse por tal circunstancia, es
cuando nos planteamos adherirnos a este tipo de movilización. Más que nada
porque somos de los de “mejor prevenir que curar” y más aún cuando a los
que habría que curar no somos nosotros mismos, sino que son individuos que
quedan indefensos y que no tienen voz.
 
Nuestro único interés es que la SVPAP quede saneada y libre de conflictos
éticos. También, pero esta es otra cuestión, mantenemos la esperanza de
que alguien éticamente preparado asuma el control de la Junta Directiva y,
por ende, de la SVPAP. Y también impedir que uno de nuestros enemigos
disponga o pueda disponer de una puerta de entrada al control del
movimiento sea del modo que sea.
 
Reciba un saludo, Dª Asunción Trillo, no cordial por el motivo de dicha
carta, y medite sobre lo sucedido. Sepa que tras estas palabras se esconde
un movimiento que no está dispuesto a negociar con su enemigo.
 
Eduardo.